miércoles, 22 de junio de 2011

PICARDÍAS DE AUTOBÚS

«Yo lo que necesito es un compañero de viaje, porque me encanta viajar» expresó decididamente la veterana desde el primer asiento del autobús  mirando el espejo retrovisor, donde los ojos del chofer le seguían la charla intermitentemente. «Si mi señora me da permiso, acepto encantado» se animó a confesar él.
En mi falda, el libro que intentaba leer se cerró, atraída por la telenovela en vivo que atravesaba la ciudad.
« Pero nos quedamos en cuartos separados y pagamos todo a medias» concluyó ella con una sonrisa pícara, y repitió el último concepto como para dejarlo bien en claro, más que el anterior, que por lo menos a ella le resultaba bastante obvio. 
Casi de improviso, ella se acercó a la primera puerta con la intención de bajarse. 
« ¿Ya te bajás? — le preguntó él.
Mientras la futura compañera bajaba, él le recomendó cuidarse, para cumplir el sueño del viaje juntos.
Con los ojos más pícaros que antes o quizá con la chispa de una adolescente, ella lo miró y le recomendó
« Vos andá haciendo buena letra...»