sábado, 13 de octubre de 2018

VERDADERA LIBERTAD


  Hola, hermano.

Miguel, absorto en las idas y venidas del agua sobre sus pies, levantó la vista con la premura de lo inesperado.
Tapándole el sol del atardecer, estaba él. Jorge, que casi a diario y durante trece años lo acompañaba en esas caminatas, se filtraba en sus pensamientos hasta el cansancio, aprovechaba su soledad para seguirle como una sombra…

“Algún día nos vamos a encontrar, malnacido. Y me lo vas a contar todo. Y ya verás ante quien estás, porque yo tengo memoria y soy un hombre de bien, te las verás conmigo.”
Siempre las mismas imágenes, posibilidades, temores, palabras, desde el día en que a Jorge lo metieron preso y se hizo justicia por la muerte de la Renata. Su Renata, sangre de su sangre. “Algún día vas a conocer a Miguel, malnacido, el verdadero, el que no te recuerda ya como hermano”.

Pero ahora él estaba ahí, libre como un pájaro, mirándolo:

—Hola, hermano.

Pudo haber sido aquella ola inmensa  el disparador de la acción, pero lo cierto fue que el abrazo fue el único dispositivo efectivo para escuchar la música del mar, el masaje de la arena en los pies y el verdadero sentido de la libertad.



Lucía Borsani /para antología De testigo el mar de Editorial 

Letras con Arte (España, 2018).  

jueves, 4 de octubre de 2018

Anestesiados



Se enamoran los pájaros
no nos damos cuenta
se enamoran las flores
pasamos de largo
el sol amante
nos pinta la nariz
dibuja nuestra sombra
nos persigue en las rutas
no-nos-damos- cuenta
se enamoran los grillos
cantan romanceros
y pasan las noches de largo
como si no nos diéramos cuenta
¿Alguien percibe
si nos enamoramos,
si escribimos en la arena?
¿Cuántas noches nos quedan
para salir como estrellas,
cuántas luces precisamos
para entender la Vida?
¿Cuánto amor conservamos,
cuánto repartimos
con las manos tristes?
¿Cuándo seremos pájaro
flor
sol
grillo feliz que canta?

©Lucía Borsani