Luego de años de escribir, postear, publicar un par de libros, salir a escenarios a leer poesía, reunirme con amigos en el "Comité del verso"- tal como le llamábamos a nuestras tertulias programadoras de recitales- vino la seca.
La mentada "sequía del escritor" vive y goza de buena salud, la he conocido y todavía le tengo respeto. A Dios gracias, nunca quise autodenominarme "escritora", porque una vez que la seca me empapó, el título pasó a quedarme como esos trajes holgados de los obesos en recuperación.
Así las cosas, anduve errando por los mundos literarios como una lectora melancólica a veces, rabiosa en otras, pero siempre inquieta a la hora de comentar por aquello de que "los dedos quieren bailar candombe sobre el teclado y a ver quien les puede hacer entender que a las musas las ha visitado la mosca tsé-tsé".
No me acerqué a talleres literarios y la excusa del tiempo, el trabajo, la casa, la familia, me mantenía demasiado ocupada. Pero sí encaré dos cursos relacionados con el escribir: correctora de textos y prosa poética, a fin de los cuales el intelecto salió fortificado...pero no inspirado. Algunos amigos y poetas admirados, como Alfredo Maxit, me alentaron a no dejar apagar las musas. Milton Nan, poeta sanducero, continuó teniéndome en cuenta para leer juntos en algún improvisado recital.
Al comenzar el año, Fernando, mi compañero de vida, me propuso un proyecto en común. Le titulamos "30 días, 30 imágenes, 30 textos". En su blog y el mío iniciamos esta serie de posteos con sus imágenes y mis textos, abierto también a otros artistas que deseen participar.
A Fernando Irecio lo pueden conocer en su artístico espacio, donde la vista suele quedar prendada de los colores y los trazos personales conque sella su vida misma. Gracias, amor.
Ya estamos llegando a la mitad de la serie, he despertado a las musas con la euforia de un despertador con pilas nuevas. Y en su homenaje, algo de mi "Vestida para salir", poemario casi enteramente dedicado a estas bellas durmientes:
"...la última musa que encienda la luz
eterna es la noche
y se han quedado en mí
vestidas de dueña y señora
las muy esclavas".
Cariños a todos,
Lucía
BELLA Y SENSIBLE INSPIRACIÓN.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Otro abrazo, inspirado. Gracias Reltih.
EliminarGracias a vos, por permitirme estar a tu lado, mi musa duerme conmigo cada día... los espero
ResponderEliminarBesosssssssss
EliminarLas musas son volubles, pero suelen atender a quienes se empeñan en buscarlas y suelen recordar los días de vino y rosas.
ResponderEliminarYa se sabe, vale mas la transpiración que la inspiración.
Un abrazo.
Pues a mí me tuvieron penada por mucho tiempo, Juan. Ahora transpiro y me parezco a un perro sin cadena! Un abrazo.
EliminarAllá voy. Tus musas regresaron bellamente.
ResponderEliminarSaludos.
Alunice nomás, que nos hará el honor. Cariños, Luna.
EliminarUn brindis por las musas!!!
ResponderEliminarY decía Hesíodo en su proemio al Trabajos y días:
"Musas de la Pieira
que con vuestros cantos prodigáis la gloria,
venid aquí,
invocad a Zeus
y celebrad con himnos a vuestro padre"
Paso a conocer a Fernando.
Un abrazo
Chin chin, Valaf...¡enhorabuena por las musas y tu amistad!
EliminarGracias de los dos
Abrazo
Preciosas letras y muy buenos conceptos, cuando la inspiración muere parece que la pluma está seca y no hay tinta suficiente que la llene.
ResponderEliminarAbrazos, bonita noche.
Abrazos Cristina, gracias por estar.
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