¿Será que debemos volver
a la soledad más sabia
que nuestras letras se pronuncian
con el destiempo del amor
y que hay lugares para uno solo
solo uno
donde el cielo se abre
veces infinitas
donde los recuerdos nos sostienen las notas
y libres de partitura
somos música?
© Lucía Borsani
Fotografía: Fernando Irecio
LA VIDA POCO A POCO NOS CONDUCE A ESE LUGAR, SÓLO A ESE LUGAR DONDE ENCONTRAREMOS LA FELICIDAD: NOSOTROS MISMOS. GRAN TEMA.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Exacta descripción, Reltih, gracias
EliminarUn abrazo.
Abrió los ojos y vio,
ResponderEliminarencontró a los otros
y entendió la multitud.
Y los entornó,
y al hacerlo amaneció
y entendió la soledad acompañada.
Porque se vio a si mismo
en diferentes cumbres.
La fotografía me sugiere muchas cosas. Hay arena que recuerda, en su color, a la del desierto (aunque sea una playa). Una figura acompañada de una silla vacía, precisamente quien toma la foto estuvo en ella y captó la promesa de la lluvia, en este caso representada por la nube al fondo. Hay soledad a dos, por eso no hay soledad alguna.
Un abrazo a los dos
"Se vio a sí mismo en diferentes cumbres"...
Eliminar"Entendió la soledad acompañada"
Saco algunos versos como quien, tenedor en mano, se sirve bocados deliciosos.
El poema es viejo pero recién ahora apareció SU fotografía, y seguro ella tiene muchos poemas más.
Mil gracias Valaf.
Te mando un abrazo.
Arena, cielo
ResponderEliminarsinfonía a cuatro manos
para las nubes.
Un abrazo.
Somos música, partitura, sinfonía la vida es una guitarra con cuerdas para disfrutarla.
ResponderEliminarUn beso.
Cada alma tiene una música particular, es aquella que nunca debemos dejar de escuchar.
ResponderEliminarBella reflexión!
Besos amiguita.
El cielo nos espera con sus mejores notas... letras bellísmas y muy profundas.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo gigante desde le mismo sur!
Que bien cantado me ha fascinado tu blog y este post en particular me parece excelente
ResponderEliminarsaludos desde argentina