Escudriño la mañana con mis perros, recorriendo veredas ajenas y olfateando árboles sin dueño. Hacía bastante tiempo que no le tomábamos el pulso a la mañana, fisgoneando el apuro de los que trabajan, con mentalidad de aves mantenidas por Dios. Siento la felicidad de cada perro y me pregunto cómo al ser humano se nos destiñen las cuestiones sencillas al punto de perder protagonismo en nuestra vida. Mientras tanto, sé que desde alguna ventana, apenas corriendo las cortinas, alguien nos estará mirando y ansiando ser perro para no tener nada que hacer.
A veces las personas hacemos tan compicado lo sencillo...
ResponderEliminarBuenas tardes!!!
TRANSFORMARNOS Y ESCAPAR DE VEZ EN CUANDO. AUNQUE SÓLO SEA EN EL PENSAMIENTO. JEJEJEJE.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Excelente y profunda reflexión: la vida es aquello que se pasa...mientras se anda pensando y filosofando sobre ella. A VIVIR Y A DISFRUTAR DE LAS COSAS SENCILLAS DE LA VIDA, aquellas que se desarrollan en 3D y en tu entorno más íntimo.
ResponderEliminarUn besazo y buen verano (bueno, ya me entiendes, jajajajajaja...)
De los animales aprendemos TANTO!...es maravilloso detenerse y observarlos...
ResponderEliminarY más encima son tan fieles!!
;)
Abrazo enorme!
Amiga, como esto siga así, es el único disfrute que nos van a dejar. A no ser que se inventen un canon por el simple hecho de ser feliz.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lucía, nos jodió el capitalismo y la competencia, que hizo del trabajo solo producción e inmersión laboral, robando tiempo a lo humano. Diría, trayendo a cuento esa felicidad de los perros de tu texto: Cuánto quisiera ser perro/ para ver pasar la vida con felicidad canina...UN abrazo. Carlos
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