Creí más de una vez que la musa aparecía por gracia de Dios, pero ahora creo que lo puede hacer siempre y cuando logre callar las multitudes que conviven en mi interior.
Voces que hablan, y conste que no me ha llegado la locura en su real expresión sintomática.
Cada día que pasa necesito alejar mi poesía del mundo, los versos que se asoman a mis dedos, necesito guardarlos en el cofre de la prudencia, para luego someterlos a la lupa de la labor.
Una palabra más, un punto menos, una coma que no encuentra lugar...
Artesana de poesía prefiero llamarle a la prestada condición de poeta, que migra por estaciones, que prefiere jugar a las escondidas y me priva de su luz tantas veces, hasta he creído que me pone en penitencia por exceso de razón.
En verdad no me está interesando darla a conocer, me resulta una gran desconocida y la tengo secuestrada, no sé por cuánto tiempo más, en mis archivos informáticos.
Y disfruto de esta rara sensación de no saber quien soy, o qué, en este mundo inconmensurable de los versos juguetones.
Hasta la próxima, queridas almas.
Nada de secuestro. La Poesía está aquí en el texto mismo. Creo que el camino seguido es muy acertado. No hay poesía verdadera -dicen y digo- si no hay silencio interior, vida. Y tanto el cofre de la prudencia como la lupa de la labor son muy necesarios. Decía el poeta Escudero, recientemente fallecido a los 95 años: hay que escarbar debajo de la cáscara. Y me parece que este secuestro es todo eso. ¡Felicitaciones, Luna!
ResponderEliminarsi, parece que le encontras cada vez mas su valor. es un arte jugar con la poesia.
ResponderEliminarmuy lindo, para este dia de la poesia.
un besote
No le des vueltas , amiga. Ya lo dijo el poeta español Pepe Hierro: la poesía se escribe cuando ella quiere.
ResponderEliminarUn abrazo, para dos.
La poesía, es una aventura, un juego, una excitación, una emboscada. Por eso se nos teje y desteje de las manos. UN beso.Loca hermosa. carlos
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