La rueda traicionera de la vida
tendrá sus motivos de gloria
para aplastar mi verso
sellar mi boca
coser mi sonrisa
convertirme en lobo estepario
anudar mis piernas
paralizar la mano que me escribe toda
pero yo guardo en un zapato
la última carta la que ríe última
el punto y coma
la huella digital de Pandora
el DNI del ave fénix
la fe que tanta risa causa
llevo con orgullo el cartel de loca
y hago oídos sordos a la piedra tonta
que quiere aplastarme con temor maldito
en un zapato nomás
que dejaría
al costado de mí
desatado.
©Lucía Borsani
Encanto, me hiciste acordar de una novela de Germán Santamaría, Morir último, pero como un personaje de mi novela, uno tiene su talismán. Un abrazo. M encanta el poema. Carlos
ResponderEliminarCarlos querido, gracias por tu visita. Me gustarìa saber màs de ese personaje. Un abrazo.
ResponderEliminarEspero publicarla pronto: Efraín también tenía su talón de Aquiles. Un abrazo, bella.
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Muy bueno, Zu! Hay que seguir escalando la escalera de la vida. Abrazo
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