sábado, 4 de agosto de 2018

LA ESCOBA DEL DOCE

Amigos del blog:  Aunque este sitio congrega amigos de carne y hueso de distintas partes del mundo, comparto la invitación para la presentación de mi microlibro aquí, en mi ciudad natal, Paysandú.
La escoba del doce contiene nanorrelatos, microrrelatos y un relato hiberbreve, la mayoría de los cuales están editados en diferentes partes del mundo, a razón de concursos literarios que me han permitido obtener algún premio o mención.
Pero esta escoba, que no es la misma que la de la Loca por la luna, me encuentra diferente: ya no me interesa llevar al papel mis ansias de libro, ni presentarlo ante una mesa con una jarra de agua y un presentador formal.
Hemos ideado otro tipo de presentación, ya tendrán detalles, con el eje central en la ilusión de encontrarnos cara a cara con los afectos más cercanos. Es que la virtualidad es maravillosa pero solo cuando los kilómetros de por medio la justifican. Es que los que hemos crecido con la compañía de otros poetas y artistas en algún teatro, bar literario o aula, añoramos el abrazo, el mirarnos a los ojos, el conversar sin pantalla por delante.
Así que será La escoba del doce la excusa perfecta para enfrentar el frío uruguayo de este agosto y encontrarnos, café o té por medio, a leer estos micros tan, tan queridos por mí.
Si gustan o no...será un tema para conversar. Tan solo deseo que cada asistente los lea por sí mismos, y si es posible tenga algo para comentar. No existe el escritor sin un lector, ni viceversa.
La escoba del doce es un trabajo en conjunto con Fernando Irecio, mi compañero y profesor de comunicación visual, además de responsable de Espacio y Arte, un taller de artes plásticas y artes integradas, que funciona como colectivo artístico.
A los que gusten, los espero. Y a los que leen muy de lejos, gracias por leerme y estar ahí, completando mi quehacer, siempre apasionado, por las letras.

1 comentario:

Gracias por comentar, este blog se nutre de las letras de los visitantes.