domingo, 23 de octubre de 2011

EL CUENTO DE LA TÍA BEBA

Cuando era pequeña, esperaba la hora del «cuento de la tía Beba», que transcurría —ni más ni menos—  dentro del gigantesco cuadro que coronaba la estufa de su casa. Seguramente Matilde, mi abuela, no lo había pintado con ese fin, pero aquel cuadro invitaba a recorrerlo, entre sus árboles, el puentecito y el camino hacia la choza, con la vista y el oído atento a la imaginación de la tía.
El personaje, un conejito cuyo nombre no recuerdo, desplegaba sus aventuras ahí adentro, en el mismísimo óleo, con el milagroso suceso de no estar pintado siquiera.
Pero ninguno de los sobrinos cuestionó alguna vez a la abuela por no pintarlo, ni a la tía, por hacerlo el actor principal.
¿Quedarán tías Beba, alejadas de los ordenadores y otros aparatos electrónicos, dispuestas a inventar historias inolvidables para sus sobrinos de frente a un cuadro?
¿Quedan sobrinos que visiten a sus tías y esperen la hora del cuento como el momento de máxima fantasía a disfrutar?
Por si no quedan, de vez en cuando la visito y le hago memoria de mis recuerdos. Y, aunque su enorme imaginación ahora esté invadida por algunas desmemorias, eso no es ningún obstáculo: escucha mi cuento con ojos de niña.

Lucía Borsani./ Sobre imagen de autor desconocido (Fuente Internet).

sábado, 17 de septiembre de 2011

Y le dijeron pasa (poema con acertijo)

Reaparece como si nada
en ocho palabras después del invierno,
la  atendieron con sonrisas en la puerta
y una copa de poesía
burbujeando versos
Primavera, dijo
y le dijeron pasa
algunas arañas tejieron sus telas
camina y baila,
la mitad del globo ha tendido la mesa
flores y sueños parecen delicias
en platos brillantes,
se han vestido las ganas
despiertas y urgentes
puntillas y sedas, maderas de oriente,
sonatas de grillos
y un rayo de luna esperando al insomne
disfrazada de pluma.
Como si nada, aparece
sin disculpas por tardanzas
de rozagante rostro
con letras y música
y renovadas ganas
loquilla del alma.

Lucía Borsani /2011

sábado, 27 de agosto de 2011

LLUVIAS DE TRÓPICO


Cuando llegan
esas ganas de pasaporte
hacia el no dónde
no tiempo
no nunca
no ahora
«AHORA NO»
cae
como decreto de Arriba
y uno acepta respirar en un traje
espiar
por dos hendiduras
comer y beber
por el vil precio de la carne
llorar
cúmulos de apego
            a diluvio de ser humano
querer irse
de su condición de animal moderno

esas ganas de pasaporte
pasan
esos demenciales atisbos de Alma
son lluvias de trópico
mojan por un rato.

Lucía Borsani /Loca por la luna


miércoles, 3 de agosto de 2011

INDUDABLE DUDA

Vengo de un tiempo difuso que me trajo desnuda hasta la puerta de noviembre. Traje letras condensadas que todavía hoy tienen hijas a diario. Me pudo la luna, me doblegó el primer llanto y manufacturó el primer verso del no uso de razón.
Por eso estoy aquí, saltando entre palabras, jugando todavía a pesar de mi adultez increíble.
En noches como hoy, el signo de pregunta me carcome la bóveda creaneana y los dedos arrancan el candombe del poeta. Quiero preguntarle al que lo hizo todo, qué razón concreta me determinó la vida, y no quiero metáforas, ni siquiera versos que me maquillen las respuestas.
Quiero el Conocimiento, aunque sea por los instantes que mantienen mis cejas fruncidas.
Quiero el destello de sabiduría que me aplaque la energía bulliciosa del ignorante, pero la del ignorante exigente, molesto, impertinente.
Esperaré unos minutos hasta lapidar el punto final sin suspensivos en el medio.
Esper        .



miércoles, 13 de julio de 2011

LA HARINA DE LA FELICIDAD


Anda mi madre
por sendas cotidianas
con el guardapolvo intacto
enseñándonos
la clave de los setenta
tamizar
la harina de la felicidad.

Lucía Borsani

domingo, 10 de julio de 2011

MIENTRAS DORMÍAMOS



Mientras dormíamos, la laboriosa tejía sus ansias, como tejen los que sueñan hazañas. Y el viejo pino le dio una mano, en una cómplice noche de insomnes que trabajan.
¿Cuántas arañas desandarán la vida tejiendo sus mañanas?







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miércoles, 22 de junio de 2011

PICARDÍAS DE AUTOBÚS

«Yo lo que necesito es un compañero de viaje, porque me encanta viajar» expresó decididamente la veterana desde el primer asiento del autobús  mirando el espejo retrovisor, donde los ojos del chofer le seguían la charla intermitentemente. «Si mi señora me da permiso, acepto encantado» se animó a confesar él.
En mi falda, el libro que intentaba leer se cerró, atraída por la telenovela en vivo que atravesaba la ciudad.
« Pero nos quedamos en cuartos separados y pagamos todo a medias» concluyó ella con una sonrisa pícara, y repitió el último concepto como para dejarlo bien en claro, más que el anterior, que por lo menos a ella le resultaba bastante obvio. 
Casi de improviso, ella se acercó a la primera puerta con la intención de bajarse. 
« ¿Ya te bajás? — le preguntó él.
Mientras la futura compañera bajaba, él le recomendó cuidarse, para cumplir el sueño del viaje juntos.
Con los ojos más pícaros que antes o quizá con la chispa de una adolescente, ella lo miró y le recomendó
« Vos andá haciendo buena letra...»

sábado, 21 de mayo de 2011

REFRÁN POR LEY

Quedó debajo de la alfombra
la tierra acumulada.
Para las verdades, el Tiempo
para la justicia
dicen que alcanza Dios.

Lucía Borsani.

viernes, 20 de mayo de 2011

VIERNES

Viernes hoy. Me encamino al Banco de los Poetas a pedir el crédito de la inspiración. Prometo pagar puntualmente en cuotas de sonrisa cada vez que mi verso desande bocas.
Llevo la firma de mi indeclinable tinta borroneando papeles blancos, tecleando de mí lo que el espejo ignora. Los viernes tienen la virtud de acercarme a la ventanilla del amor solicitando credos y a la cola del cerebro a depositar minutos de ansias. Y la musa llegará cuando guste, burlando al excelentísimo calendario. Quizá el viernes está esperando que me secuestre la música para regalarme un ramo de palabras.

miércoles, 18 de mayo de 2011

DOS COLAS Y UN VISTO BUENO

Como todos los hermanos, se pelean y se besan, se amenazan a gruñidos y se tienden la pata. Seguramente algo de memoria les queda para recordar los días de interminables lluvias y el sueño del techo propio, o más aún, de la familia propia. Juntos en las desgracias, juntos en la buenaventura. Al morocho Rómulo, todavía lo llama la calle como un escenario de aventuras en tercera dimensión. A Remo el rubio, lo conmueve la caricia de quien ahora es su dueña y todo lo demás se vuelve secundario. Bueno es este momento para reconocer que pasé varios días para hacerme su amiga, alimento mediante, y que logré que me aceptaran como parte de su familia. Era yo quien los espiaba desde la esquina, a sabiendas que esas acciones traerían cola. O colas, que me esperan en un baile intenso de alegría a cada llegada, peligrosa de amores.
De vez en cuando a los humanos nos hace bien conseguir que un perro nos dé el visto bueno...

domingo, 10 de abril de 2011

SEÑOR TIEMPO


Tengo un contrato a término con el señor Tiempo. Lo he conocido cuando apenas algunas moléculas insinuaban mi nombre. Dicen que nací en noviembre y aunque no lo recuerdo, creo haber firmado con una sonrisa  el avance de este señor por cada habitación de mi vida. Seguramente un día quiso acompañarme  y le dio la mano a mi sombra, a escondidas, en un complot indestructible como las letras de un verbo. Recuerdo el “Se nos hace tarde”, en boca de mi padre, de camino a la escuela.  Había Tiempo en su sombra también.
Fuimos pasando, no sé si nosotros o los soles, o las lunas. No sé si el Universo riega con gotas de Tiempo cada recoveco de su inmensidad o si el soberano se ha metido en la especie humana para tatuarnos la vida.
Un día conocí el fantasma de una estrella y a partir de ahí, le permití al Tiempo tropezar en mi hoja en blanco convertido en verso, y hasta elevarse como humo de incienso con el poder de la poesía sobre su cuerpo gastado.
No he sabido de él más que una sospecha. Alguien le llamó « tirano» y no ha habido respuesta del otro lado, pero a los relojes y a la agenda, que no tienen la culpa,  les corre por dentro la indignación.
El señor Tiempo trabaja conmigo y me dirige los pensamientos  a las siete menos dos minutos, antes de marcar tarjeta. He burlado su poderío quitándolo de mi muñeca, sin caso. Tengo noticias de él respirándome al oído, polizón de mi barco apurado.
No sé qué términos tiene el contrato ni cuando termina. Pero aunque sé muy bien que solo se quedará en mi sombra, he decidido rendirle homenaje.
A cada paso, le suelto poemas para simpatizarle.

Lucía Borsani / Segundo Encuentro Nacional de Cultura del PITCNT.
Dedicado a todos los trabajadores, en especial los que trabajan por la cultura.

martes, 5 de abril de 2011

GRACIAS POR EXISTIR

Mientras el traqueteo del autobús cumplía con los designios de la urbanidad, Melba insistía en hacer prolijo un trazo tan tembloroso como una emoción. Y a Luis, si es que le deparaba el destino un viajecito justo detrás de aquel asiento, le temblaría —quizá— la vergüenza, o el orgullo, o hasta la risa.
Pero si algo haría inmortal a su mujer, si algo sería más fuerte que el metal de aquella pizarra y si en verdad vale la pena desnudar el alma en un escenario público, es la posiblidad concreta de que a Luis, también agradecido por existir, le tiemble, nada más y nada menos, que el amor.

lunes, 4 de abril de 2011

IMPACTO AL CORAZÓN

Tomo el diario. No es necesario abrirlo porque en portada la fotografía de la guerra me bombardea la vista y el estruendo de la hoja es el mismo que el de una bomba, si del impacto en el corazón se trata.
Me he preguntado en milésimas de segundo qué hago aquí todavía.
Sospecho una tarea casi infinita que se resume en las cinco letras del vivir, pero el argumento no me alcanza.
Vuelvo a preguntarme y un sentimiento de culpa se instala, flojo y perverso, dispuesto a quedarse.
Alguien dijo alguna vez que todo lo que ocurre lejos o cerca tiene que ver con uno y la guerra, desde un diario casi tartamudo, me saluda como conocida.
La torta del mundo exhibe sus tajadas para festejar la muerte. Y se reparte maldita entre quienes ni siquiera piden probarla.
Vuelve la pregunta y se hace estribillo, hay guerra en los continentes y a la vuelta de mi casa, donde seguramente todo queda entre cortinas.
Inspiro el oxígeno que a veces me falta y siento viva una partecita del alma todavía.

viernes, 25 de marzo de 2011

ASEVERACIONES

Posa la hoja
cansada de altura
también
hay gozo en lo llano
también
hay color en la muerte
también de soledad
se nutre la tierra.

Ningún pájaro en otoño
cambia canto por lloro.

Lucía Borsani.

sábado, 19 de marzo de 2011

SÚPER LUNA

Los informes del cielo anuncian a la selecta invitada para el escenario de las 18.38, en la gran fiesta del cielo uruguayo. Y se han empecinado en anunciarla luminosa, tanto, que un cónclave de poetas espera conocer sus galas.
Seguro justo se asoma entre los brazos del pino como bailando el vals de los enamorados. Es probable que los pájaros no quieran acostarse temprano.
Los soñadores y románticos, abstenerse de ordenadores ni teléfonos celulares. Rige la contemplación.
Y ella no quiere fotos, sino paparazzis desesperados por admirar su modelo pura platería, sin lente intermediaria.
La Súper Luna ha renunciado a darle paso a las estrellas y se ha atiborrado de joyas para mostrar su desparpajo. Dicen que no tiene edad ni arrugas en su pasaporte, ni historias más que las que algunos locos han testimoniado. Hay grandes posibilidades de que se le caiga el pañuelo de un verso y el poeta más inspirado opte por alcanzárselo, convertido en poema. Y ni hablar de los enamorados, porque corren el riesgo de renunciar a temas terrestres por mucho rato...

sábado, 12 de marzo de 2011

IRREVERENCIAS DEL POETA

Traicioneramente, la luna se ha escondido entre las mantas de las nubes argumentando frío de inspiración. Y se me da la gana, Señora, de desafiar esas pocas ganas de trabajar con más de las mías, aunque estos dedos — nerviosos por naturaleza— se empecinen en llegar al teclado para hacer travesuras.
Nada esta noche me conmueve más que su intento de evasión, lunática musa.

Pero para un escriba la noche más oscura también ofrece luz de letras. Y no hay mayor diferencia entre oscuridad y plenilunio de poesía.
Lástima que el poema, como gato enamorado, se me haya escapado por algún tejado.
No, no acepto ni un ápice de sonrisa entre esos cráteres algodonosos de esta noche. Ni un resoplido en mis oídos de este viento que se cuela por la ventana.
Nada ni nadie, repito, podrá conmigo. Los dedos, a punto de caer rendidos, preparan el punto final para mi suspiro.

sábado, 5 de marzo de 2011

TU SED

A veces me desnudas
y me llevas
a la cama de tu sueño
tallada para mí
un gran desierto quisiera
sin pisadas
y en esas noches de estío
muerto de sed
no dices nada
nada razonas
no inventas máscaras
tan solo trepas a mis dunas
y me pides agua.

Lucía Borsani /Loca por la luna

sábado, 26 de febrero de 2011

APLAUSO SILENCIOSO

Busco
el aplauso silencioso
de mis espectadores todos
los que me habitan

hay días que lo más concreto
no alcanza
y casi por instinto
salimos a buscar lo nuestro
camino adentro
atento el oído.

Lucía Borsani.

jueves, 24 de febrero de 2011

RECIÉN LLEGADA, DESCARGANDO EL EQUIPAJE.

Cansada pero feliz, luego de un vuelo inolvidable, el más largo de todos, he llegado. Hace tiempo que estaba buscando un bosque de pinos que anidara rayos de luna entre sus brazos. Mi escoba, que no tenía más vocación  que una cuota de aventura a término, prefirió quedarse a cumplir funciones de guía turística en La Coctelera, el sitio que me permitió Ser- así en mayúsculas- esta Locaporlaluna que soy. Hace 2007 noches y días que le pregunto cosas y le informo de otras tantas a la luna por aquel sitio. He volado y caminado de la mano de muchos amigos que la han puesto firme en los más peligrosos precipicios y en verdad es grande el equipaje que traigo en estos dedos que me hacen escriba.Pero no hay nada que me haga sentir mejor, si de naturaleza viva se trata, que un bosque de pinos. Este tendrá mis letras y las de los amigos de siempre que me visitan, más los perdidos caminantes de estos mundos atraídos por el aroma de la poesía.
Me acompaña Matilde esta vez, con los consabidos ladridos de bienvenida. Y voy cargándome de energía porque llevará mucho tiempo debatir por qué la Señora Luna sólo figura aquí a través de su luz inconfundible.
O nada de tiempo, después de todo...¿No es la más lógica consecuencia de la evolución?

BIENVENIDOS TODOS, GRACIAS POR SER Y ESTAR.

Lucía.