lunes, 28 de junio de 2021

CIRCE MAIA: UNA POETA ENTRE LOS CERROS

Cuando era niña viajábamos con mi familia todos los años a Tacuarembó. Cuando aparecían los cerros, festejábamos la cercanía. 

Por ahí estaría palpitando la vida Circe Maia.

No tuve la suerte de conocerla ni como alumna ni como lectora, hasta que crecí y pasaron muchos años, libros, mucha vida.

Hoy, en un nuevo cumpleaños, queriendo conocer más a esta poeta la pienso como profe de filosofía y busco verdades en la mirada de sus alumnos, ahí encuentro estas palabras de Selva Pintado: 

"¿Quién que haya sido su alumno/a, no la recuerda? Su 

silencios, su letra apretada en el pizarrón, su sonrisa

distraída y su inmensa sabiduría… "

Me resulta muy lógico que una poeta como Circe

haya elegido 

vivir en una ciudad como Tacuarembó, cuna de Gardel y

tantos  otros poetas y cantores de nuestro país. Cerros de

 cultura.


¿Cuál es el lugar de Circe Maia? le habían preguntado. 


 “Todos los seres estamos hechos de tiempo y no de

 espacio”,

dice, “hay que salir de lo geográfico”.


Muy bien. Salgo de la lógica y me conecto con la Intuición, 

como ella, que la hace vivir a pleno dónde y cómo quiere.


Me voy de la pantalla y busco algunos de sus libros, para que

esa misma intuición me permita compartir lo más adecuado a

este cumpleaños número 89 y encuentro....



SINCRONÍAS

¿Cómo se hará para estirar la mano
y atraer hacia aquí todo el presente
y atarlo?

Que no se escape el sol sobre una hoja
El mosquito en el aire
Ronco motor doblando la esquina
Y en el paladar el gusto del durazno.

Circe Maia


¡Felicidades, Poeta!









lunes, 21 de junio de 2021

ATENCIÓN DESVIADA



Cuando la esposa llegó, alcoholizada y descalza luego de la última salida con amigas, se hizo el muerto. Tan bien le salió y tan grande fue el susto y el revuelo, que el veterinario les cobró carísimo por habérsele llamado de urgencia y porque de los tres integrantes de la casa, el perro era el más saludable.


Lucía Borsani



sábado, 5 de junio de 2021

JUNIO VERDE




 Que llegue junio

pero que llegue verde

como mes de los amores inmaduros

que prometen todavía

el mejor sabor a fruta


que llegue Junio

verde como pradera y kiwi

ganándole al claroscuro insulso

de los desengaños


Junio Verde

en expedición por los mundos

eróticos de los árboles

románticos de las flores

en veinte mil leguas de viaje

por la lógica sinrazón de los humanos

por los síntomas persistentes

de los optimistas


lo quiero verde a Junio

frío necesitado de abrazo

nocturno sediento de velas

irremediablemente corto

como los amores más desorbitados.


Lucía Borsani / Loca por la luna