Cuando la esposa llegó, alcoholizada y descalza luego de la última salida con amigas, se hizo el muerto. Tan bien le salió y tan grande fue el susto y el revuelo, que el veterinario les cobró carísimo por habérsele llamado de urgencia y porque de los tres integrantes de la casa, el perro era el más saludable.
Lucía Borsani
Impecable!!! Me encantó! Felicitaciones!
ResponderEliminarGracias Miryam!! Besos.
EliminarImpecable, como siempre!!! muy bueno!!!
ResponderEliminarBesotes
EliminarLa gracia de un buen cuento. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarLa incondicionalidad y fidelidad de esas criaturas, son cualidades que la humanidad, lamentablemente, nunca podrá igualar.
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