He salido a la noche buscando letra y el parásito reloj me ha
llamado al orden recordándome que en estos tiempos no tengo tiempo de nada.
Paradojas del escritor, correteado por un invento humano, inventando palabras
para inmortalizarse. Con pocos minutos libero mi mente y busco inspiración
entre tanta faena alejada de la poesía que ocupa mis andares, busco y
revuelvo... mientras tanto la hora me insulta en pernicioso silencio de agujas:
es tarde ya, poeta. Doblo en tres
partes el alma y me retiro al sueño, donde inventaré una sencilla amnesia de
horarios, donde el espejo me recordará bruja de escoba, y donde finalmente la
luna -metiendo la pata- me confesará debilidades.
ESo pasa, Lucía. A veces el poeta, se no esconde entre los pliegues de otras obligaciones. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarPARA TI NUNCA ES TARDE, PORQUE TU AMNESIA ES MUY EXTRAÑA, SIEMPRE ESCRIBES MARAVILLAS.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Mi querida Lucia, perdona el retraso en pasar a leerte y además quiero agradecer tu encantadora vista por mi casa virtual.
ResponderEliminarTe comento que leo tu entrada y parece que me viera en un espejo... cuando me siento a intentar escribir algo, mi mente y mi cuerpo ya no resisten el paso de las horas y las tareas del día.
Estoy metida en un máquina trituradora de horas y muchas veces lamento no poder dedicarle el espacio que se merece esto tan bello que es sentarse a escribir y despejar la mente.
Abrazos infinitos desde el mismo Sur!
Gracias queridos todos por pasar y nada de disculparse. Seguramente, Cristina, estamos padeciendo de estos cambios ¿planetarios? en los que la vida corre y corre y nuestro lápiz anda muchas veces pidiendo punta. Me alegra ser espejo, además de tener el honor de recibirlos en mi casa. Cariños.
ResponderEliminarBesos, pasé a verte y me quedo siempre...
ResponderEliminarQué bueno que me veas por acá, me encanta! Besos.
EliminarEn los sueños vive y respira el poeta cuando sus vigilias sólo son sueños despiertos.
ResponderEliminarUn besazo