Ando por la cornisa de las letras como fumador sin tabaco. El Word me esperó para el relato pero ya está levantando las sillas sobre las mesas de mi inspiración. Nada hoy y quizá poco mañana. Otra prueba, la de las palabras congeladas en el junio 2016. Recuerdo un buen dato: hace bien leer a los que están en vena. Cierro todo y viajo rumbo a mis escribas amigos, los que en su espiral de tierra vuelan parejo. No-estaba-todo-perdido en esta ausencia de Dios.
Hasta la carencia de inspira, es motivo para un buen cuento. UN beso. Grato volverte a leer. Carlos
ResponderEliminarA veces volver al papel es un gran viaje!
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