Cuando era niña viajábamos con mi familia todos los años a Tacuarembó. Cuando aparecían los cerros, festejábamos la cercanía.
Por ahí estaría palpitando la vida Circe Maia.
No tuve la suerte de conocerla ni como alumna ni como lectora, hasta que crecí y pasaron muchos años, libros, mucha vida.
Hoy, en un nuevo cumpleaños, queriendo conocer más a esta poeta la pienso como profe de filosofía y busco verdades en la mirada de sus alumnos, ahí encuentro estas palabras de Selva Pintado:
"¿Quién que haya sido su alumno/a, no la recuerda? Su
silencios, su letra apretada en el pizarrón, su sonrisa
distraída y su inmensa sabiduría… "
Me resulta muy lógico que una poeta como Circe
haya elegido
vivir en una ciudad como Tacuarembó, cuna de Gardel y
tantos otros poetas y cantores de nuestro país. Cerros de
cultura.
¿Cuál
es el lugar de Circe Maia? le habían preguntado.
“Todos los seres estamos hechos de tiempo y no de
espacio”,
dice, “hay que salir de lo geográfico”.
Muy bien. Salgo de la lógica y me conecto con la Intuición,
como ella, que la hace vivir a pleno dónde y cómo quiere.
Me voy de la pantalla y busco algunos de sus libros, para que
esa misma intuición me permita compartir lo más adecuado a
este cumpleaños número 89 y encuentro....
SINCRONÍAS
¿Cómo
se hará para estirar la mano
y atraer hacia aquí todo el
presente
y atarlo?
Que
no se escape el sol sobre una hoja
El mosquito en el aire
Ronco
motor doblando la esquina
Y en el paladar el gusto del durazno.
Circe Maia
¡Felicidades, Poeta!