domingo, 8 de agosto de 2021

VISITA DE MÉDICO





Pocos escritores elegimos el microrrelato, pocos lectores también. Un pariente de la poesía algo chúcaro y exigente consigo mismo.
Hay que gustar de la síntesis para tirarse a esta agua tranquila del micro, que no busca caminar mucho tiempo de la mano del lector, más bien hacerle una visita de médico.
Cuando yo era chica mis mayores decían "vine un ratito, visita de médico". Y si nos ponemos a pensar, el sabor a poco que a veces dejaban resultaba más sanador que aquellas visitas en las que había que poner (mentalmente) la escoba detrás de la puerta.
Así el micro fue entrando en mis letras, con ganas de sanar las ganas de escribir cuando pican y arden y cuando una disfruta mucho más del proceso que del resultado.
Y me encontré con el desafío de decir mucho eligiendo las palabras y los silencios, en una actividad donde el reloj anda y anda y el teclado calla y calla.
Después el cinturón se sigue apretando y aparece el nanorrelato, parco si los hay y corriendo el riesgo de tener que explicarlo...
De lo que sí una no se hace cargo es de cómo estalla en el lector esta especie de bomba de letras que se tira y arreglate como puedas. 
Les dejo algunos nanorrelatos de mi vieja cosecha, como visita de médico dirían las tías.

Coma feminista

Vivió bajo un punto que nunca logró aplastarla.


Nanorrelatista

Para resumir, su lápida es un punto.


Presentación

Me contrataron para despedirlo.


¡Milagro!

Dijo la partera, con lágrimas en los ojos. El 10233 gordo de Navidad.


Lucía Borsani


                                  ✂ ✂ ✂ 

1 comentario:

  1. Me encanta ese de "me contrataron para despedirlo", que me puso a pesar en que todos dicen bienvenido, al que llega, pero cuando se va no le dicen bienido. Un abrazo, loquita preciosa. Carlos

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